El proceso de envejecimiento de la población que vive nuestro país supone una serie de retos de cara al futuro. Para 2050, se espera que la cuarta parte de la población chilena tenga 65 o más años. Lo anterior incide directamente en la elaboración de políticas públicas que velen por la calidad de vida y el envejecimiento saludable. En lo anterior, la alimentación juega un papel fundamental. En ese contexto, bajo el alero del Programa Envejecimiento Activo que se desarrolla en Chiloé -una iniciativa público privada en la que participan diversas organizaciones, entre ellas el Senama y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA)-, académicos del INTA, encabezados por el doctor Carlos Márquez, estudiaron los efectos del consumo de trucha en adultos mayores, evidenciando que su ingesta -al menos dos veces por semana- genera una modificación en el perfil de ácidos grasos circulantes, resaltando una mejoría significativa en los niveles de Omega 3, así como una respuesta favorable en el perfil inflamatorio. Esto último tiene directa relación con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, deterioro cognitivo y demencia, entre otras patologías. Para obtener los resultados se reclutó a 60 participantes -con una edad promedio de 75,7 años- de la comuna de Curaco de Vélez, en Chiloé. A 30 de ellos se les dio 150 gramos de trucha en sus almuerzos dos veces por semana durante tres meses. La otra mitad cumplió el rol de grupo de control. Así, se realizaron encuestas sociodemográficas y de salud, se determinaron los niveles de ácidos grasos plasmáticos mediante el índice Omega 3 (Omegaquant) y se midieron los niveles de proteína C reactiva ultrasensible (PCR-Us), un indicador de inflamación, en ambos grupos al inicio y al final de la intervención. Pasados los tres meses, los participantes que consumieron trucha, producto donado por Salmones Antártica para el estudio, registraron un aumento significativo en los niveles circulantes de Omega 3 y una mejoría en la relación Omega 3 Omega 6 como también una disminución de 62% en los niveles de Proteína C Reactiva Ultrasensible (PCR Us). Lo anterior reveló una disminución en la percepción del dolor. La doctora Cecilia Albala, académica del INTA, asegura que los resultados son clínica y estadísticamente significativos y explica que hasta donde se tiene conocimiento, no se ha realizado un protocolo similar, en el que se evalúen no solo los niveles de ácidos grasos circulantes sino los perfiles inflamatorios y de salud y calidad de vida, en población de adultos mayores en Chile o América Latina. Albala señala que dadas sus propiedades “la inclusión en la dieta de especies marinas de alto contenido graso es altamente recomendable. Es de esperarse entonces que una intervención a largo plazo sea beneficiosa para las personas mayores, ya que los pescados además de ser una buena fuente de grasas saludables son una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, vitaminas y minerales, nutrientes críticos para alcanzar el envejecimiento saludable”. ¿Por qué se eligió Curaco de Vélez? La historia se remonta cinco años atrás cuando un equipo de la universidad finlandesa de Karelia del Norte visitó nuestro país y propuso un proyecto para favorecer el envejecimiento saludable de la población. La experiencia de Karelia del Norte y el programa Envejecimiento Activo Fue en 2018 que una misión finlandesa de la Universidad de Karelia del Norte visitó el Ministerio de Desarrollo Social. Su idea era colaborar con Chile para implementar un proyecto que, décadas atrás se había implementado en Finlandia con sorprendentes resultados. En los años 60, la población finlandesa sufría las consecuencias de una guerra con Rusia devastadora. Las condiciones de salud y envejecimiento eran sumamente precarias; y el índice de muerte por enfermedades cardiovasculares era de los más altos del mundo. También, los hábitos alimenticios eran de alto riesgo. La situación se tornó especialmente crítica en Karelia del Norte, donde 700 de cada 100 mil hombres de entre 34 y 65 años morían por enfermedades cardiovasculares. Esto los posicionó como los hombres con mortalidad por cardiopatías más alta del mundo. A ello se sumaban altos índices de colesterol, presión arterial elevada y tabaquismo. En este contexto, entre 1972 y 1977, se implementó un proyecto en la provincia enfocado en generar cambios socio conductuales para la reducción de los factores de riesgo para la salud pública y la prevención de enfermedades cardiovasculares a través de cambios en el estilo de vida. Los resultados fueron tan exitosos que el modelo de trabajo fue exportado a todo el país. El proyecto terminó finalmente 25 años después, en 1997 y entre sus principales resultados estuvo la reducción de más de 80% de las muertes anuales de hombres (ajustadas por edad) por enfermedades cardiovasculares así como un aumento en la esperanza de vida de 10 años. Así, en 2018, con la visita de la Universidad de Karelia, se comenzó a activar una red público privada que reunió a la Universidad de Chile, el Senama, Mutual de Seguridad, organizaciones privadas como Salmones Antártica, la Cámara Chilena de la Construcción a través de ILC, Corbion, la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y Riolab, permitiendo así dar inicio al programa Envejecimiento Activo. Luego se sumaron las empresas Sodimac, Invermar, Camanchaca y Saesa, potenciando aún más esta alianza público-privada. “Se trata de inversión en cambiar el pensamiento, por eso es un proyecto tan atractivo para un país. No implica inversiones de dinero muy grandes, sino que se trata de un mecanismo para cambiar la manera de pensar y de enfocar las cosas”, explica el líder del programa, el doctor Miguel Luis Berr, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Se eligió inicialmente a la comuna Curaco de Velez porque reunía todas las características necesarias para un plan de este tipo: comunidad bien organizada, autoridades comprometidas con el progreso y bienestar de los habitantes, población estable, buen número de adultos mayores, organizaciones sociales solidarias y un panorama general en el que las instituciones y organizaciones trabajan unidas. El proyecto -iniciado en noviembre de 2021- es una iniciativa transdisciplinaria y multifactorial que ha tenido exitosos resultados y está compuesta por cinco pilares fundamentales: Control de enfermedades crónicas no transmisibles, nutrición, actividad física, hábitat y salud mental, cada uno de ellos apuntando a un objetivo común, que los adultos mayores del país vivan sin limitaciones funcionales y con autonomía. Los resultados han sido exitosos y por eso el programa se ha extendido a la comuna de Quinchao, también en Chiloé. Para lo anterior ha sido clave la coordinación y trabajo conjunto de las diferentes organizaciones involucradas. Así lo explica el gerente del proyecto, Guillermo Ariztía, quien asegura que “la implementación de un programa de estas características habría sido muy compleja sin la disposición y coordinación entre autoridades, la academia, comunidad y el mundo privado. Estamos convencidos de que esta iniciativa puede ser una buena base para la elaboración de políticas públicas de alimentación saludable, no solo para el sur, sino que para todo el país. Para ello, la alianza público-privada bajo la cual hemos trabajado ha sido y seguirá siendo fundamental”.
Este lunes, el alcalde de Castro, Juan Eduardo Vera, anunció que en el mes de agosto se realizarán dos talleres comunitarios de primeros auxilios y Reanimación Cardiopulmonar (RCP) básica. Según detalló, el objetivo de esta iniciativa que encomendó a los equipos del Departamento de Salud Municipal, es que en cada sector urbano o rural, exista al menos un vecino o vecina que cuente con los conocimientos necesarios para enfrentar una eventual emergencia.“Llegar a tiempo muchas significa salvar una vida y en ese sentido he instruido que a partir del mes de agosto comencemos a realizar un taller comunitario sobre primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar, porque es muy importante que en cada sector, ojalá haya uno o dos vecinos capacitados para puedan prestar auxilio a alguien que presente algún problema de salud”, señaló el jefe comunal.El presidente de la Corporación Municipal de Castro dijo que para participar de estos talleres hay que inscribirse en el correo electrónico cursorcp@corpocas.cl. “Lo que queremos es agrandar el espectro de personas que tengan conocimientos básicos en salud para prestar auxilio o ayuda a quien lo pueda necesitar”, agregó.Los dos talleres comunitarios de primeros auxilios y RCP básica, tendrán 30 cupos disponibles cada uno, para el martes 8 y viernes 11 de agosto, y los requisitos son: tener más de 15 años de edad y no ser profesional o trabajador del área de salud. Al término de cada curso los asistentes recibirán un certificado emitido por la Corporación Municipal de Castro por las 8 horas de duración.
La empresa de estudios de mercado Ipsos, junto a la organización internacional Vegetarianos Hoy, lanzó su último informe “Estudio de Opinión Pública: Alimentación y Productos de Origen Animal”, que arrojó que un 46% de los chilenos ha intentado disminuir el consumo de alimentos de origen animal. En este documento se genera un diagnóstico sobre la opinión y prácticas de la población respecto de su alimentación. Cabe mencionar que la Fundación Vegetarianos Hoy es una organización internacional sin fines de lucro, que trabaja en varios países de Latinoamérica, promoviendo una alimentación basada en vegetales, buscando así reducir el sufrimiento de los animales de producción. Alimentos y productos de origen animal El estudio mostró que un 80% de los chilenos consume regularmente alimentos pertenecientes a una dieta omnívora, es decir, que come tanto vegetales como carne. Un 10% se declara como flexitariano (vegetariano que de vez en cuando consume carne), un 6% dice ser vegetariano o vegano y un 3% se identifica como pescetariano, es decir, que además de vegetales solo consume pescado. Este año aumentó de manera significativa entre quienes declararon haber intentado disminuir el consumo de alimentos de origen animal, pasando de un 36% en 2021 a un 46% en 2023. Entre quienes han intentado disminuir la ingesta de alimentos provenientes de animales, un 75% (-7%) ha bajado su consumo de carnes rojas, un 66% (-8%) carnes de cerdo y un 25% (-6%) carnes de pollo/pavo. Mientras que en los alimentos derivados, un 27% (-5%) ha tratado de disminuir la ingesta de queso, un 24% (+4%) de leche y un 14% (-4%) de huevo. Frente a la pregunta de por qué han intentado reducir la ingesta de alimentos de origen animal, el 31% dice que es por razones relativas a la salud, un 14% alude al precio que tienen y un 13% asegura que es por el bienestar de los animales.
Para apoyar la lactancia Monyün te invita el día 1ero de abril de las 16:00 a 18:00hrs a participar de una tarde de autocuidado y mimos. • Danza árabe y porteo ( puedes ir con tus bebés) • Conversatorio acerca de mitos en lactancia • Coffee break Es gratis y son solo 20 cupos, inscribite por wsp: +56973288378 Te esperamos en: Es en Agustín Gómez García 485 interior
A nivel mundial hay más de 1.900 millones de adultos con sobrepeso, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los cuales más de 650 millones son obesos. Más preocupante aún es que 340 millones de niños y adolescentes padecen esta enfermedad. En Chile, la prevalencia de obesidad alcanza un 31,4% de la población de 15 o más años, mientras que el 75% se encuentra con algún nivel de sobrepeso, obesidad y/u obesidad severa. 3 Si bien este problema está relacionado con un componente genético, la OMS advierte que los principales factores asociados son los hábitos poco saludables como una ingesta calórica demasiado alta y una baja actividad física. 4 Sin embargo, a medida que avanzan los estudios e investigaciones científicas, se ha descubierto que elementos como dormir bien y de forma regular, podrían incidir mucho más de lo que se piensa en el desarrollo de la obesidad. “El ciclo de sueño es importante para nuestra salud, debido a que regula nuestro sistema endocrino, es decir, el sistema que controla y ordena todas nuestras hormonas. Cuando nos da hambre o cuando sentimos saciedad, es gracias a diferentes hormonas, y si se descontrolan, terminamos cayendo en antojos o comiendo más de lo que deberíamos. Por eso debemos cuidarlo de la misma forma que cuidaríamos nuestros sistemas respiratorio, cardiovascular o digestivo” afirma Fernanda Carvalho, Directora Médica de Merck Chile. La ingesta de alimentos es la principal vía de ingreso de nutrientes a nuestro organismo. Mantener una buena educación al respecto, es clave para no consumir más de lo que el cuerpo requiere para funcionar cada día con normalidad. Para el especialista en Obesidad y en Trastornos de la Conducta Alimentaria, Dr. Jaime González, es fundamental aprender a identificar el hambre física del hambre emocional, con el fin de no caer en la ingesta innecesaria de calorías que sobrecarguen el sistema digestivo y que, de no ser controlada, puede derivar en sobrepeso u obesidad. “Existe más de un tipo de hambre y eso vuelve complejo el consumo responsable de alimentos. El hambre física se regula en el hipotálamo del cerebro y nos avisa cuando nuestro cuerpo requiere de nutrientes para funcionar. Pero también existe el hambre emocional, generada por un sistema de recompensa que invalida el hambre física y hace que el cuerpo pida más comida de la necesaria (incluso a veces cuando ya se ha alcanzado la saciedad), o se generen deseos apremiantes por un tipo de comida en específico, que son los llamados antojos” advierte. El experto destaca la importancia de aprender a diferenciar los tipos de hambre, para evitar un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Si a esto se suman malos hábitos de sueño y ejercicio, es fácil llegar al sobrepeso y a la obesidad. No obstante, asegura que actualmente existen tratamientos farmacológicos específicos que pueden ayudar a controlar los antojos. Por su parte, la Directora Médica de Merck Chile, coincide en que la obesidad es una enfermedad crónica que debe abordarse idealmente desde una perspectiva multidisciplinaria e integral, de manera que realizar dieta y ejercicio son factores importantes, pero no los únicos para tratarla. Es aquí donde un médico especialista puede ser el más adecuado para diagnosticar y elegir el mejor tratamiento o rutina ideal para cada caso, sumando incluso el apoyo de un profesional de salud mental, con el fin de complementar su tratamiento. “Una persona que vive con obesidad tarda en promedio cuatro años en acudir a una consulta médica, con el fin de obtener tratamiento. Lo mejor que podemos recomendar es visitar a un especialista y comenzar a realizar cambios bajo su guía, para vivir una vida más saludable. Buscar ayuda es el primer paso y el más importante de todos”, concluyó Carvalho.
El proceso de envejecimiento de la población que vive nuestro país supone una serie de retos de cara al futuro. Para 2050, se espera que la cuarta parte de la población chilena tenga 65 o más años. Lo anterior incide directamente en la elaboración de políticas públicas que velen por la calidad de vida y el envejecimiento saludable. En lo anterior, la alimentación juega un papel fundamental. En ese contexto, bajo el alero del Programa Envejecimiento Activo que se desarrolla en Chiloé -una iniciativa público privada en la que participan diversas organizaciones, entre ellas el Senama y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA)-, académicos del INTA, encabezados por el doctor Carlos Márquez, estudiaron los efectos del consumo de trucha en adultos mayores, evidenciando que su ingesta -al menos dos veces por semana- genera una modificación en el perfil de ácidos grasos circulantes, resaltando una mejoría significativa en los niveles de Omega 3, así como una respuesta favorable en el perfil inflamatorio. Esto último tiene directa relación con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas, deterioro cognitivo y demencia, entre otras patologías. Para obtener los resultados se reclutó a 60 participantes -con una edad promedio de 75,7 años- de la comuna de Curaco de Vélez, en Chiloé. A 30 de ellos se les dio 150 gramos de trucha en sus almuerzos dos veces por semana durante tres meses. La otra mitad cumplió el rol de grupo de control. Así, se realizaron encuestas sociodemográficas y de salud, se determinaron los niveles de ácidos grasos plasmáticos mediante el índice Omega 3 (Omegaquant) y se midieron los niveles de proteína C reactiva ultrasensible (PCR-Us), un indicador de inflamación, en ambos grupos al inicio y al final de la intervención. Pasados los tres meses, los participantes que consumieron trucha, producto donado por Salmones Antártica para el estudio, registraron un aumento significativo en los niveles circulantes de Omega 3 y una mejoría en la relación Omega 3 Omega 6 como también una disminución de 62% en los niveles de Proteína C Reactiva Ultrasensible (PCR Us). Lo anterior reveló una disminución en la percepción del dolor. La doctora Cecilia Albala, académica del INTA, asegura que los resultados son clínica y estadísticamente significativos y explica que hasta donde se tiene conocimiento, no se ha realizado un protocolo similar, en el que se evalúen no solo los niveles de ácidos grasos circulantes sino los perfiles inflamatorios y de salud y calidad de vida, en población de adultos mayores en Chile o América Latina. Albala señala que dadas sus propiedades “la inclusión en la dieta de especies marinas de alto contenido graso es altamente recomendable. Es de esperarse entonces que una intervención a largo plazo sea beneficiosa para las personas mayores, ya que los pescados además de ser una buena fuente de grasas saludables son una buena fuente de proteínas de alto valor biológico, vitaminas y minerales, nutrientes críticos para alcanzar el envejecimiento saludable”. ¿Por qué se eligió Curaco de Vélez? La historia se remonta cinco años atrás cuando un equipo de la universidad finlandesa de Karelia del Norte visitó nuestro país y propuso un proyecto para favorecer el envejecimiento saludable de la población. La experiencia de Karelia del Norte y el programa Envejecimiento Activo Fue en 2018 que una misión finlandesa de la Universidad de Karelia del Norte visitó el Ministerio de Desarrollo Social. Su idea era colaborar con Chile para implementar un proyecto que, décadas atrás se había implementado en Finlandia con sorprendentes resultados. En los años 60, la población finlandesa sufría las consecuencias de una guerra con Rusia devastadora. Las condiciones de salud y envejecimiento eran sumamente precarias; y el índice de muerte por enfermedades cardiovasculares era de los más altos del mundo. También, los hábitos alimenticios eran de alto riesgo. La situación se tornó especialmente crítica en Karelia del Norte, donde 700 de cada 100 mil hombres de entre 34 y 65 años morían por enfermedades cardiovasculares. Esto los posicionó como los hombres con mortalidad por cardiopatías más alta del mundo. A ello se sumaban altos índices de colesterol, presión arterial elevada y tabaquismo. En este contexto, entre 1972 y 1977, se implementó un proyecto en la provincia enfocado en generar cambios socio conductuales para la reducción de los factores de riesgo para la salud pública y la prevención de enfermedades cardiovasculares a través de cambios en el estilo de vida. Los resultados fueron tan exitosos que el modelo de trabajo fue exportado a todo el país. El proyecto terminó finalmente 25 años después, en 1997 y entre sus principales resultados estuvo la reducción de más de 80% de las muertes anuales de hombres (ajustadas por edad) por enfermedades cardiovasculares así como un aumento en la esperanza de vida de 10 años. Así, en 2018, con la visita de la Universidad de Karelia, se comenzó a activar una red público privada que reunió a la Universidad de Chile, el Senama, Mutual de Seguridad, organizaciones privadas como Salmones Antártica, la Cámara Chilena de la Construcción a través de ILC, Corbion, la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y Riolab, permitiendo así dar inicio al programa Envejecimiento Activo. Luego se sumaron las empresas Sodimac, Invermar, Camanchaca y Saesa, potenciando aún más esta alianza público-privada. “Se trata de inversión en cambiar el pensamiento, por eso es un proyecto tan atractivo para un país. No implica inversiones de dinero muy grandes, sino que se trata de un mecanismo para cambiar la manera de pensar y de enfocar las cosas”, explica el líder del programa, el doctor Miguel Luis Berr, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Se eligió inicialmente a la comuna Curaco de Velez porque reunía todas las características necesarias para un plan de este tipo: comunidad bien organizada, autoridades comprometidas con el progreso y bienestar de los habitantes, población estable, buen número de adultos mayores, organizaciones sociales solidarias y un panorama general en el que las instituciones y organizaciones trabajan unidas. El proyecto -iniciado en noviembre de 2021- es una iniciativa transdisciplinaria y multifactorial que ha tenido exitosos resultados y está compuesta por cinco pilares fundamentales: Control de enfermedades crónicas no transmisibles, nutrición, actividad física, hábitat y salud mental, cada uno de ellos apuntando a un objetivo común, que los adultos mayores del país vivan sin limitaciones funcionales y con autonomía. Los resultados han sido exitosos y por eso el programa se ha extendido a la comuna de Quinchao, también en Chiloé. Para lo anterior ha sido clave la coordinación y trabajo conjunto de las diferentes organizaciones involucradas. Así lo explica el gerente del proyecto, Guillermo Ariztía, quien asegura que “la implementación de un programa de estas características habría sido muy compleja sin la disposición y coordinación entre autoridades, la academia, comunidad y el mundo privado. Estamos convencidos de que esta iniciativa puede ser una buena base para la elaboración de políticas públicas de alimentación saludable, no solo para el sur, sino que para todo el país. Para ello, la alianza público-privada bajo la cual hemos trabajado ha sido y seguirá siendo fundamental”.
Este lunes, el alcalde de Castro, Juan Eduardo Vera, anunció que en el mes de agosto se realizarán dos talleres comunitarios de primeros auxilios y Reanimación Cardiopulmonar (RCP) básica. Según detalló, el objetivo de esta iniciativa que encomendó a los equipos del Departamento de Salud Municipal, es que en cada sector urbano o rural, exista al menos un vecino o vecina que cuente con los conocimientos necesarios para enfrentar una eventual emergencia.“Llegar a tiempo muchas significa salvar una vida y en ese sentido he instruido que a partir del mes de agosto comencemos a realizar un taller comunitario sobre primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar, porque es muy importante que en cada sector, ojalá haya uno o dos vecinos capacitados para puedan prestar auxilio a alguien que presente algún problema de salud”, señaló el jefe comunal.El presidente de la Corporación Municipal de Castro dijo que para participar de estos talleres hay que inscribirse en el correo electrónico cursorcp@corpocas.cl. “Lo que queremos es agrandar el espectro de personas que tengan conocimientos básicos en salud para prestar auxilio o ayuda a quien lo pueda necesitar”, agregó.Los dos talleres comunitarios de primeros auxilios y RCP básica, tendrán 30 cupos disponibles cada uno, para el martes 8 y viernes 11 de agosto, y los requisitos son: tener más de 15 años de edad y no ser profesional o trabajador del área de salud. Al término de cada curso los asistentes recibirán un certificado emitido por la Corporación Municipal de Castro por las 8 horas de duración.
La empresa de estudios de mercado Ipsos, junto a la organización internacional Vegetarianos Hoy, lanzó su último informe “Estudio de Opinión Pública: Alimentación y Productos de Origen Animal”, que arrojó que un 46% de los chilenos ha intentado disminuir el consumo de alimentos de origen animal. En este documento se genera un diagnóstico sobre la opinión y prácticas de la población respecto de su alimentación. Cabe mencionar que la Fundación Vegetarianos Hoy es una organización internacional sin fines de lucro, que trabaja en varios países de Latinoamérica, promoviendo una alimentación basada en vegetales, buscando así reducir el sufrimiento de los animales de producción. Alimentos y productos de origen animal El estudio mostró que un 80% de los chilenos consume regularmente alimentos pertenecientes a una dieta omnívora, es decir, que come tanto vegetales como carne. Un 10% se declara como flexitariano (vegetariano que de vez en cuando consume carne), un 6% dice ser vegetariano o vegano y un 3% se identifica como pescetariano, es decir, que además de vegetales solo consume pescado. Este año aumentó de manera significativa entre quienes declararon haber intentado disminuir el consumo de alimentos de origen animal, pasando de un 36% en 2021 a un 46% en 2023. Entre quienes han intentado disminuir la ingesta de alimentos provenientes de animales, un 75% (-7%) ha bajado su consumo de carnes rojas, un 66% (-8%) carnes de cerdo y un 25% (-6%) carnes de pollo/pavo. Mientras que en los alimentos derivados, un 27% (-5%) ha tratado de disminuir la ingesta de queso, un 24% (+4%) de leche y un 14% (-4%) de huevo. Frente a la pregunta de por qué han intentado reducir la ingesta de alimentos de origen animal, el 31% dice que es por razones relativas a la salud, un 14% alude al precio que tienen y un 13% asegura que es por el bienestar de los animales.
Para apoyar la lactancia Monyün te invita el día 1ero de abril de las 16:00 a 18:00hrs a participar de una tarde de autocuidado y mimos. • Danza árabe y porteo ( puedes ir con tus bebés) • Conversatorio acerca de mitos en lactancia • Coffee break Es gratis y son solo 20 cupos, inscribite por wsp: +56973288378 Te esperamos en: Es en Agustín Gómez García 485 interior
A nivel mundial hay más de 1.900 millones de adultos con sobrepeso, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los cuales más de 650 millones son obesos. Más preocupante aún es que 340 millones de niños y adolescentes padecen esta enfermedad. En Chile, la prevalencia de obesidad alcanza un 31,4% de la población de 15 o más años, mientras que el 75% se encuentra con algún nivel de sobrepeso, obesidad y/u obesidad severa. 3 Si bien este problema está relacionado con un componente genético, la OMS advierte que los principales factores asociados son los hábitos poco saludables como una ingesta calórica demasiado alta y una baja actividad física. 4 Sin embargo, a medida que avanzan los estudios e investigaciones científicas, se ha descubierto que elementos como dormir bien y de forma regular, podrían incidir mucho más de lo que se piensa en el desarrollo de la obesidad. “El ciclo de sueño es importante para nuestra salud, debido a que regula nuestro sistema endocrino, es decir, el sistema que controla y ordena todas nuestras hormonas. Cuando nos da hambre o cuando sentimos saciedad, es gracias a diferentes hormonas, y si se descontrolan, terminamos cayendo en antojos o comiendo más de lo que deberíamos. Por eso debemos cuidarlo de la misma forma que cuidaríamos nuestros sistemas respiratorio, cardiovascular o digestivo” afirma Fernanda Carvalho, Directora Médica de Merck Chile. La ingesta de alimentos es la principal vía de ingreso de nutrientes a nuestro organismo. Mantener una buena educación al respecto, es clave para no consumir más de lo que el cuerpo requiere para funcionar cada día con normalidad. Para el especialista en Obesidad y en Trastornos de la Conducta Alimentaria, Dr. Jaime González, es fundamental aprender a identificar el hambre física del hambre emocional, con el fin de no caer en la ingesta innecesaria de calorías que sobrecarguen el sistema digestivo y que, de no ser controlada, puede derivar en sobrepeso u obesidad. “Existe más de un tipo de hambre y eso vuelve complejo el consumo responsable de alimentos. El hambre física se regula en el hipotálamo del cerebro y nos avisa cuando nuestro cuerpo requiere de nutrientes para funcionar. Pero también existe el hambre emocional, generada por un sistema de recompensa que invalida el hambre física y hace que el cuerpo pida más comida de la necesaria (incluso a veces cuando ya se ha alcanzado la saciedad), o se generen deseos apremiantes por un tipo de comida en específico, que son los llamados antojos” advierte. El experto destaca la importancia de aprender a diferenciar los tipos de hambre, para evitar un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Si a esto se suman malos hábitos de sueño y ejercicio, es fácil llegar al sobrepeso y a la obesidad. No obstante, asegura que actualmente existen tratamientos farmacológicos específicos que pueden ayudar a controlar los antojos. Por su parte, la Directora Médica de Merck Chile, coincide en que la obesidad es una enfermedad crónica que debe abordarse idealmente desde una perspectiva multidisciplinaria e integral, de manera que realizar dieta y ejercicio son factores importantes, pero no los únicos para tratarla. Es aquí donde un médico especialista puede ser el más adecuado para diagnosticar y elegir el mejor tratamiento o rutina ideal para cada caso, sumando incluso el apoyo de un profesional de salud mental, con el fin de complementar su tratamiento. “Una persona que vive con obesidad tarda en promedio cuatro años en acudir a una consulta médica, con el fin de obtener tratamiento. Lo mejor que podemos recomendar es visitar a un especialista y comenzar a realizar cambios bajo su guía, para vivir una vida más saludable. Buscar ayuda es el primer paso y el más importante de todos”, concluyó Carvalho.