Una nueva jornada de complicaciones se vivió ayer en el Aeródromo Mocopulli, ubicado en la comuna de Dalcahue, producto de una densa niebla que se presentó desde la noche previa en este sector rural, lo que llevó a cancelar vuelos tanto desde el continente a la isla, como viceversa. Se trató de una medida que fue más allá de los retrasos que se han vivido en los últimos meses. De hecho, hace menos de una semana el mismo fenómeno atmosférico provocó retrasos en los viajes en el terminal aéreo que opera desde 2012. El 9 de agosto, el vuelo desde el aeropuerto Arturo Merino Benítez fue desviado a Puerto Montt porque no pudo aterrizar por la neblina en la isla. La reiteración de los atrasos ha generado preocupación tanto entre usuarios como autoridades y gremios del sector turístico y comercial de la provincia. Estas tardanzas en los viajes se vinculan fundamentalmente por condiciones meteorológicas adversas, pero también se recuerda que el año pasado diversas molestias vivieron usuarios de JetSmart antes de que esta aerolínea finalmente abandonara la zona, en marzo del 2024, quedando desde entonces operando solo Latam y Sky. Desde la Cámara de Comercio Detallista y Turismo de Ancud, su presidente, Gastón Cárcamo, expresó que “hemos notado con inquietud que la falta de equipamiento adecuado en el aeródromo es la causa principal de estas interrupciones. Consideramos esencial que el aeródromo cuente con un sistema de aterrizaje por instrumentos (ILS, por su sigla en inglés), lo que permitiría a las aeronaves aterrizar de manera segura en días de baja visibilidad o nublados”. “La ausencia de esta tecnología obliga a los vuelos a ser cancelados, a devolverse a sus puntos de origen o a ser desviados a otros destinos, generando un impacto negativo directo en los visitantes y en el desarrollo económico local. Además, es urgente necesidad de implementar un recinto de abastecimiento de combustible para aeronaves. La falta de este servicio limita la capacidad operativa del aeródromo, impidiendo que funcione como una base estratégica y eficiente para las aerolíneas”, sumó el comerciante. Consultado por la situación, el seremi de Obras Públicas en Los Lagos, Juan Alvarado, indicó que no hay claridad sobre si el proyecto de ampliación de la Red Aeroportuaria Sur, que incluye trabajos en Puerto Montt, Osorno, Valdivia y Chiloé, considera resolver el problema de los aterrizajes en condiciones climáticas complejas en el aeródromo insular. La iniciativa propone una notable ampliación del terminal de pasajeros, además de estacionamientos, mayor capacidad en la plataforma de aeronaves y nuevas puertas de embarque, todo por 52 millones de dólares. Según el secretario regional ministerial, “se sigue trabajando en el tema de las bases administrativas de licitación y todo indica que en el último trimestre de este año ese tema ya estaría resuelto”. Sin embargo, reconoció desconocer si dentro del proyecto para Chiloé está considerado un sistema de aproximación para vuelos en condiciones de baja visibilidad. La falta de equipamiento en Mocopulli no es un tema nuevo para la Cámara de Comercio, Industrias y Turismo de Castro. Julio Candia, su presidente, aseveró que el proyecto original del aeródromo incluía un equipamiento para permitir aterrizajes más seguros en condiciones climáticas complejas. Sin embargo, según el dirigente, durante la inauguración del muelle multipropósito de Castro, el entonces intendente regional Sebastián Montes habría señalado que ese equipo debía destinarse a Puerto Montt y no a Chiloé. “Tenía entendido, y estamos hablando del año 2015 aproximadamente, vino ese intendente que hizo esa indicación que no nos gustó; dijimos en reuniones que el equipo debía terminar acá”, alegó el también vicepresidente de la Multigremial de Chiloé. “Algunos dirán que quizás allá hay más aviones y se necesita más, pero esa no es nuestra responsabilidad porque es lo que decía el proyecto. Ahora preguntar: ¿qué pasó con este equipo de acercamiento que debía estar en Mocopulli?”, finalizó Candia. Fuente: SoyChile Chiloe
Una nueva jornada de complicaciones se vivió ayer en el Aeródromo Mocopulli, ubicado en la comuna de Dalcahue, producto de una densa niebla que se presentó desde la noche previa en este sector rural, lo que llevó a cancelar vuelos tanto desde el continente a la isla, como viceversa. Se trató de una medida que fue más allá de los retrasos que se han vivido en los últimos meses. De hecho, hace menos de una semana el mismo fenómeno atmosférico provocó retrasos en los viajes en el terminal aéreo que opera desde 2012. El 9 de agosto, el vuelo desde el aeropuerto Arturo Merino Benítez fue desviado a Puerto Montt porque no pudo aterrizar por la neblina en la isla. La reiteración de los atrasos ha generado preocupación tanto entre usuarios como autoridades y gremios del sector turístico y comercial de la provincia. Estas tardanzas en los viajes se vinculan fundamentalmente por condiciones meteorológicas adversas, pero también se recuerda que el año pasado diversas molestias vivieron usuarios de JetSmart antes de que esta aerolínea finalmente abandonara la zona, en marzo del 2024, quedando desde entonces operando solo Latam y Sky. Desde la Cámara de Comercio Detallista y Turismo de Ancud, su presidente, Gastón Cárcamo, expresó que “hemos notado con inquietud que la falta de equipamiento adecuado en el aeródromo es la causa principal de estas interrupciones. Consideramos esencial que el aeródromo cuente con un sistema de aterrizaje por instrumentos (ILS, por su sigla en inglés), lo que permitiría a las aeronaves aterrizar de manera segura en días de baja visibilidad o nublados”. “La ausencia de esta tecnología obliga a los vuelos a ser cancelados, a devolverse a sus puntos de origen o a ser desviados a otros destinos, generando un impacto negativo directo en los visitantes y en el desarrollo económico local. Además, es urgente necesidad de implementar un recinto de abastecimiento de combustible para aeronaves. La falta de este servicio limita la capacidad operativa del aeródromo, impidiendo que funcione como una base estratégica y eficiente para las aerolíneas”, sumó el comerciante. Consultado por la situación, el seremi de Obras Públicas en Los Lagos, Juan Alvarado, indicó que no hay claridad sobre si el proyecto de ampliación de la Red Aeroportuaria Sur, que incluye trabajos en Puerto Montt, Osorno, Valdivia y Chiloé, considera resolver el problema de los aterrizajes en condiciones climáticas complejas en el aeródromo insular. La iniciativa propone una notable ampliación del terminal de pasajeros, además de estacionamientos, mayor capacidad en la plataforma de aeronaves y nuevas puertas de embarque, todo por 52 millones de dólares. Según el secretario regional ministerial, “se sigue trabajando en el tema de las bases administrativas de licitación y todo indica que en el último trimestre de este año ese tema ya estaría resuelto”. Sin embargo, reconoció desconocer si dentro del proyecto para Chiloé está considerado un sistema de aproximación para vuelos en condiciones de baja visibilidad. La falta de equipamiento en Mocopulli no es un tema nuevo para la Cámara de Comercio, Industrias y Turismo de Castro. Julio Candia, su presidente, aseveró que el proyecto original del aeródromo incluía un equipamiento para permitir aterrizajes más seguros en condiciones climáticas complejas. Sin embargo, según el dirigente, durante la inauguración del muelle multipropósito de Castro, el entonces intendente regional Sebastián Montes habría señalado que ese equipo debía destinarse a Puerto Montt y no a Chiloé. “Tenía entendido, y estamos hablando del año 2015 aproximadamente, vino ese intendente que hizo esa indicación que no nos gustó; dijimos en reuniones que el equipo debía terminar acá”, alegó el también vicepresidente de la Multigremial de Chiloé. “Algunos dirán que quizás allá hay más aviones y se necesita más, pero esa no es nuestra responsabilidad porque es lo que decía el proyecto. Ahora preguntar: ¿qué pasó con este equipo de acercamiento que debía estar en Mocopulli?”, finalizó Candia. Fuente: SoyChile Chiloe